14, Oct, 2015 en Odontología

A muchas personas la aparición de las muelas del juicio les causa verdaderos problemas de salud.

Son los últimos molares en aparecer, lo hacen ya en la edad adulta (a partir de los 17-20 años), cuando nuestra boca ya está formada y suele tener poco hueco para albergarla, de ahí que causen tantos problemas al individuo (nacen torcidas y /o desfiguran el resto de la dentadura, provocando malolusión, desgaste prematuro, apiñamiento y problemas musculares y articulares).

Otro de los problemas que suele conllevar su crecimiento, es que al estar ubicadas al final de nuestra boca, son difíciles de limpiar, por lo que tienen un elevado riesgo de padecer caries.

Son un legado de nuestros antepasados neardentales y actualmente no sirven para nada, motivo por el cual muchos odontólogos optan por la extracción al menor síntoma de que comienzan a crecer.

Desde Isidro y Márquez optamos por ser más conservadores y mantenerlas siempre que crezcan sanas, rectas y no interfieran en la alineación del resto de nuestra dentadura. Consideramos que la extracción sólo es recomendable cuando no tienen espacio suficiente o cuando una vez han crecido, han desarrollado caries o cualquier otro tipo de infección dental. A continuación os explicamos las ventajas y desventajas de su extracción.

Ventajas: El paciente recupera la salud bucodental al no sufrir el dolor causado por su crecimiento, la movilidad de la boca y se elimina el riesgo de sufrir infecciones o desviaciones del resto de piezas dentales.

Desventajas: Vienen sobretodo ocasionadas por los inconvenientes propios de la intervención que, como cualquier otra tiene riesgos. Las encías del paciente sufren durante la operación, algunos incluso pueden llegar a padecer infecciones o ver que su rostro se inflama durante algunos días. Algunas personas pueden sentir mareos a causa de la anestesia, o ver como su mandíbula y los adyacentes se resienten durante los días posteriores.