26, Oct, 2014 en Fisioterapia

El pasado lunes día 20 se celebró el Día Mundial de la Osteoporosis, una enfermedad que a día de hoy se considera ya pandemia por el alto número de personas a las que afecta. Por eso, desde Isidro y Márquez hemos querido contribuir con la causa y dar una serie de consejos de fisioterapia a todas aquellas personas que la sufren.

Antes de nada hay que explicar que la osteoporosis es una patología que consiste en la pérdida de masa ósea por una dificultosa absorción del calcio, que evoluciona en una pérdida de minerales, lo que convierte al hueso en un hueso frágil con un elevado riesgo de fracturarse.

Su origen puede ser diverso. Puede originarse durante la menopausia o la senectud, o ser la causa de un periodo de inmovilización largo, de problemas digestivos o por desequilibrios endocrinos o metabólicos. Sea cual sea el origen, la fisioterapia desempeña un papel incuestionable tanto en la prevención, como durante el tratamiento.

Las zonas más afectadas suelen ser la cadera y la columna, así que os vamos a recomendar una serie de ejercicios orientados a fortalecer ambas zonas. Eso sí, antes de realizarlos una recomendación, hay que hacerlo de una manera lenta y con control, evitando movimientos bruscos que puedan perjudicarnos en vez de ayudar a mejorar.

Para la cadera lo más efectivo es realizar sentadillas. Una buena manera de hacerlas es poniéndonos de pie, separando las piernas el ancho de los hombros, con los brazos extendidos hacia adelante y las rodillas flexionadas, bajando y subiendo las caderas. Para que el movimiento no sea tan costoso, puedes apoyar las manos en una mesa al subir o poner una silla detrás para quedarse sentado en el caso de una posible caída.

El ejercicio más recomendable para la columna es hacer un puente de hombros: tumbase en el suelo boca arriba apoyando los pies, con las rodillas flexionadas y los brazos estirados con las palmas hacia abajo. El ejercicio consiste en elevar la cadera hacia el techo y permanecer arriba durante unos segundos.

Si ambos ejercicios se realizan con la tripa metida, como aconseja el método Pilates, se evitarán lesiones y se fortalecerá aún más la zona lumbar.